Más hacer y menos hablar
es un ejemplo que define muy bien lo que está pasando ahora mismo. Nos hemos hartado de montar castillos sobre las nubes y cuando ya no podíamos llegar más algo nos la hemos pegado.
Estamos en un punto en el que una persona hace 1 año sin apenas saber sumar podía comprar una vivienda y sacarla un 30% sin despeinarse o que nos vendan la leche por que tiene calcio "de leche" -esta misma noche he visto un anuncio de pascual en TV, se habrán parado a verlo, alejandose unos metros de la pantalla, los creadores?-
Estoy hasta las narices de humo, quiero que cuando vaya al taller con mi coche venga un técnico y que sin pensar sepa lo que es ese ruido que apenas se escucha, y me da igual que el taller cumpla la norma de turno, quiero que cuando vaya al médico éste tenga los huevos pelados de tratar con pacientes, que sepa que me pasa o como mínimo que tenga recursos para saber qué hacer, quiero que cuando llame al banco a preguntar no me insten a hablar con "fulanito de tal" que es el que "lleva estas cosas".
Quiero que haya gente que sepa, gente preparada, que sepa hacer, que me solucione, que me aporte.
Pero claro, para hacer todo eso necesitamos muchos años de preparación -sí, de esas cosas que nunca valen para nada en la universidad-, mucha experiencia, dedicación, gusto por hacer las cosas bien... y una recompensa (social, económica, del tipo que sea), pero para que me voy yo a esforzar si puedo pasar de #ponga aquí su puesto vendehumista de moda# una temporada y eso de escornarse no está bien visto -menudo pringao que diría aquel-
Cada vez que veo a alguien haciendo bien su trabajo me resulta imposible no soltarle un "da gusto pagar cuando la gente hace las cosas bien"